Todos los
días salgo a las 6:45 am para ir a Misa. Después regreso a mi casa donde me
espera un desayuno suculento preparado por mi esposa Vida.
Luego de
un beso cariñoso, me sirve el café.
En el
trayecto de vuelta a casa veo cientos de personas que van camino a sus
trabajos.
Yo,
curiosamente, estoy ya en el mío. Me siento frente al ordenador con mi taza
rebosante de un delicioso café.
Hago una
breve oración: “Señor, convierte mi trabajo en oración”.
Y empiezo a escribir.
Y empiezo a escribir.
Como
seguramente notaste, trabajo en casa. Siempre soñé con ser un escritor y poder
vivir de las ventas que generaran mis libros. Nunca imaginé que escribiría
libros de vida interior y auto ayuda.
Pero me encanta lo que hago.
No tengo
jefes.
Ni horarios.
Ni salarios.
Ni vacaciones:
¿Esto me libra de las dificultades? No. Conservo los compromisos, las deudas, los problemas cotidianos. Pero poseo algo muy valioso: “Libertad para salir o entrar, ir a una cafetería, pasar un rato a gusto en la Biblioteca, o sencillamente sentarme en la banca de un parque”.
Ni horarios.
Ni salarios.
Ni vacaciones:
¿Esto me libra de las dificultades? No. Conservo los compromisos, las deudas, los problemas cotidianos. Pero poseo algo muy valioso: “Libertad para salir o entrar, ir a una cafetería, pasar un rato a gusto en la Biblioteca, o sencillamente sentarme en la banca de un parque”.
He logrado
sostenerme y sostener a mi familia estos años. ¿Cómo? Tengo un secreto. No es mío. Lo descubrí en el Evangelio: “El
que da recibe”. A estas contribuciones algunos
empresarios le dicen: “Responsabilidad Social”. Yo lo veo desde el punto de
vista de un católico y lo llamo: “creer y confiar en las promesas del Evangelio”.
Por eso:
Un tercio
de mis libros los obsequio.
Un tercio los vendo para hacer más libros y pagar las traducciones a otros idiomas.
Y el tercio que restante lo uso para vivir y sostener a mi familia.
Un tercio los vendo para hacer más libros y pagar las traducciones a otros idiomas.
Y el tercio que restante lo uso para vivir y sostener a mi familia.
Son unas
matemáticas muy elementales.
Reflexioné
en todo lo que he aprendido en estos años de emprendimiento y escribí un libro
con el deseo de ayudar a otros, para que puedan salir adelante y renueven su fe
y sepan que no están solos en este mundo. Que Dios les mira complacido desde el
cielo y los ayuda. Y que pueden cambiar
y mejorar sus vidas si lo desean y dan el primer paso.
Es uno de
mis libros preferidos. Cuenta ya con dos ediciones. Se titula:
Quisiera
recomendarte su lectura si estás buscando trabajo y nadie te contrata, si perdiste
el empleo, o si tienes el espíritu arrojado, fuerte y decidido, de los emprendedores
(as).
Resumo
doce años de experiencia laborando desde mi casa. Analizo de forma sencilla y
familiar los pros y sus contras. Los beneficios y las dificultades. Creo que esta
combinación es la pizca de sal que le da sabor a tu vida.
Quiero
potenciar en ti esa capacidad que todos tenemos de poder enfrentar los
problemas y salir adelante, sin rendirte, perseverando.
Te hará mucho bien su lectura.
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enlace en la librería digital de Amazon, donde podrás encontrarlo en formato
digital e impreso, para que lo adquieras hoy:
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